El año pasado, en otoño, alrededor del 10 de octubre, planté ajo de invierno. Plantado bastante profundamente alrededor de 3 tamaños de clavo. La distancia entre las hojas era de unos 15 cm. Antes de plantar, preparé una cama de antemano, haciendo humus y cenizas.
Pusieron los dientes secos en el suelo, derramando los surcos con una solución de permanganato de potasio. Rociado con tierra, plantando mantillo. Más cerca de la ola de frío, en noviembre, la cubrió con ramas de abeto.
A principios de primavera, a finales de marzo, se quitó el aislamiento.
Así es como se ve el ajo ahora:
Hoy, 30 de abril, siembra fertilizada. Tomé un biohumus simple para cultivos de hortalizas.
Entre las hileras de ajo, justo en los surcos, donde se derramaron con fertilizante, plantaron rábanos. Antes de cosechar el ajo, se comerá por todas partes.
